lunes, 15 de febrero de 2016

Vida

Llamamos vida a determinada cualidad, una cualidad emergente que no podemos entender sin acudir a los recipientes o portadores de esa cualidad, identificados por otra serie de cualidades y por enfrentamiento a sus contrarios, a los inertes. Aunque todo esto es confuso, por ejemplo, un cadáver aún "tiene vida", pero no "está vivo", sólo viven algunas de sus partes internas, entonces ¿hay distintos tipos de vida? ¿Una como conjunto de la otra o no sería eso vida sino sociedad? Porque si lo pensamos bien también los humanos nos unimos en sociedad y creamos un ser en conjunto que pareciera vivo, excepto porque sólo sus componentes son orgánicos, pero ¿no es eso lo que ocurre con casi cualquier tipo de ser vivo? Tal vez podrían crear varios niveles de lo que consideramos vida. Quizás analizando el nivel de voluntad propia que tiene cada ser, quizás por su complejidad de funcionamiento, no sé, ahora mismo no me interesa mucho este tema, lo dejaré para alguien que sepa, entre otras cosas, más biología que yo.

Lo que sí sé es que, al menos en nosotros, nuestra, a veces humilde a veces prepotente, especie, no se puede entender la vida como se entiende para el resto de organismos. Nosotros vamos más allá, no sólo en terrenos más cercanos a ese concepto de vida, como el ejemplo antes mencionado de la socidad. También desde ejemplos más claros o quizás más difusos como organismos sintéticos, que al fin y al cabo son como cualquier otra cosa, salvo que es creada por nosotros, por el organismo, no por una parte, aunque también somos capaces de tener hijos, incluso concebirlos fuera de nuestros cuerpos. Pero, y aquí llega el martillazo, ¿Qué hay de los robots? ¿Está vivo un robot que cumpla todos los requisitos para lo que llamamos comúnmente vida? ¿Qué hay de los llamados "ordenadores celulares"?

Por ello voy a dar otro sentido, o tal vez a ampliar el actual, para, al menos, nosotros. Y es que en nosotros ese concepto se queda pequeño, no sólo porque somos conscientes de la vida y, también pero no menos importante, de la muerte y su relación con la vida. Para nosotros la vida no incluye sólo la cualidad, también incluye la forma de proceder con ella, dicho en una forma un tanto redundante, nuestra vida es nuestra forma de vivirla. Pero también es como la acabamos, pues la muerte es también un acto de vida. Es nuestro fin, donde sabemos que acabaremos. Somos conscientes de nuestra mortalidad y por eso podemos involucrarnos por completo en nuestra vida, en su forma de llevarla a cabo. Quiero decir, que la vida humana está mucho más allá de los terrenos de la biología y que los humanos estamos mucho más allá de la vida entendida en su forma tradicional.

lunes, 8 de febrero de 2016

Tecnomemoria

Hablemos de la memoria, de la capacidad, no de otra cosa. ¿Hay que confiar en ella? Tenemos una capacidad natural para retener cosas, pero también tenemos otras capacidades que nos permiten sustituirla.

La tecnología, incluso la más rudimentaria, como papel y lápiz, permite una sustitución de la confianza en la memoria por la confianza en estos medios. Qué decir que incluso pueden ser más fiables que la memoria natural, pues en el ámbito de los recuerdos, digámoslo de forma sencilla, lo que almacenamos está modificado a nuestra conveniencia, y con el paso del tiempo mutará más, alejándose del recuerdo origianal. Así es que la memoria nos puede falla especialmente en estos casos, y no tengo en cuenta enfermedades u otros impedimentos que pueden hacer fallar la memoria.

Entonces ¿confiamos en la tecnología? ¿Renunciamos a las capacidades memorísticas en pos de la confianza en la tecnología? Yo opino que sí, que hay que quitar peso al valor concedido a la memoria y realzar la inventiva y otras capacidades, como la de buscar información, por encima del simple tragar y vomitar que suele ocurrir en el ámbito académico. Sí, hablo de educación.


Pero que no se me malinterprete, no quiero decir que no sea útil la memoria, me parece una gran cualidad que seguro que ha influido en nuestra capacidad de supervivencia en "edades tempranas" de la especie. Lo que quiero decir es, simplemente, que la tecnología nos hace las cosas más fáciles, y que con el nivel que tenemos de ayuda tecnológica para "memorizar" datos es mejor restarle importancia en ámbitos como la educación y conceder mérito a, por ejemplo, la inventiva.
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