lunes, 23 de febrero de 2015

La Torre de Babel

La coordinación y entendimiento son indudablemente un elemento central del avance del conocimiento humano. Y como contraparte, los malentendidos y la falta de coordinación retrasan este avance. ¿Cierto? ¿Qué podemos decir sobre esta afirmación?

Empezaremos con uno de los mitos del Antiguo Testamento, aquel de la Torre de Babel. Dice el mito que los hombres construían una torre tan alta que llegaría al cielo y donde podrían reunirse todos como un único pueblo. Yahveh pensó que al tener todos un mismo lenguaje con el poder coordinarse y entenderse entre todos, podrían hacer cualquier cosa que se propusieran. A Yahveh no le gusta que aquellos a quienes creó sólo para que le adorasen le desobedezcan y sepan más de lo que él permite, recordemos el mito de la expulsión del Jardín del Edén por comer de la fruta prohibida, la fruta del conocimiento. Así Yahveh, siempre furioso y vengativo, decidió castigarlos dispersando a todos los hombres por la faz de la Tierra y dándoles diferentes lenguajes con los que evitar que no se entendieran entre ellos. Gran metáfora sobre el mal que causa la religión y de su propio libro, que vale doble tanto.

No tengo muy claro que pretendían aquellos hombres antiguos al inventar estos mitos, tal vez decir que el conocimiento es malo para poder controlarlos... Lo que podemos decir siguiendo nuestro tema es que la coordinación y entendimiento suponen un avance de conocimiento. La ciencia moderna lleva ya unos siglos gozando de un avance cada vez más rápido gracias a su reunión en organizaciones, y todo el que alguna vez haya buscado información sobre un tema específico y especializado se ha topado con la barrera del idioma más de una vez.

La creación de un idioma universal supondría un esfuerzo extra para aquellos que van a hacer uso de él, pero una vez aprendido supondría el beneficio para toda la comunidad. Actualmente es el inglés el idioma internacional, de eso no hay duda. Ayuda a muchos el que todos busquen un idioma oficial para publicar algo, pero sigue siendo un problema para aquellos que no saben el idioma. Tal vez sea una solución la existencia de una institución para cada idioma que recopile todo lo publicado y lo traduzca para estar al alcance de todos. ¿Cuál sería una mejor solución? Yo no acabo de decidirme por una, pero ambas son difíciles para implantar.

No olvidemos el trabajo individual, que evita problemas de coordinación con otros co-autores y permite más libertad y originalidad. Pero siempre debe hacerse accesible para todos. La globalización permite que el modelo de organización ya no sea tan necesaria, pues se puede trabajar individualmente y seguir compartiendo al instante todo tipo de información.

Tampoco podemos quitar crédito a la importancia del error, que nos ayuda a buscar mejores soluciones. Como dijo alguna vez Asimov "Hasta el más mínimo error puede inducir a las más grandes verdades".

lunes, 2 de febrero de 2015

Divulgación científica

¿Qué pensais de la divulgación científica? Aparte de cómo deba ser la divulgación, creo que hay disciplinas que deben ser divulgadas, disciplinas que, si no todos, al menos sí los interesados deben tener a su alcance, por muy reducido que sea éste.

Últimamente, o quizás hace más tiempo, las publicaciones de divulgación abundan más que las de la ciencia en sí. ¿Es ésto malo?

Puede serlo. El divulgador debe o bien ser un experto en el tema, de modo que pueda explicar aquello que está dando a conocer, o bien contar con expertos y mantenerse al margen de las teorías, siendo sólo un intermediario entre el experto y el público, sin intentar interpretar, comentar o hablar del tema, pues podría confundir al público o cambiar aspectos de la teoría aunque no sea su intención.

El divulgador que no es un experto debe ser un simple conductor de las palabras de los expertos con quienes cuente y el que es un experto debe saber exponer con claridad la teoría, pues esa es la función principal de la divulgación, acercar la ciencia a un público que no suele ser de estudiosos del tema.

¿Por qué la divulgación y no un escrito científico en sí? ¿Acaso no tiene validez alguna este último tipo de escrito?

Contamos con que el público conoce más bien poco sobre la teoría presentada, o incluso nada. La buena divulgación debería dar la explicación básica que permitiera a todos entender lo que se divulga, y esta parte ser clara y sencilla para que se pueda entender sin necesidad de conocimientos avanzados. Para el público con un nivel básico también le resultará cómodo que no se anden con lenguaje especializado más allá de los términos básicos que toda disciplina necesita. Y el público avanzado podrá conocer una teoría de forma sencilla, de modo que si le interesa ese planteamiento básico podría recurrir a lecturas más avanzadas sobre ella.

El escrito científico, por otra parte, contiene lenguaje más avanzado, explicaciones más concretas y difíciles y puede ser difícil o imposible de comprender para un público que no tenga un nivel adecuado. Además, a diferencia del divulgador, el científico que presenta su teoría no tiene porqué tener las cualidades de explicar de forma clara y sencilla sus argumentos, sólo la de que estos argumentos sean correctos. Pero la dificultad de este tipo de escritos no indica su falta de validez a la hora de publicitar una teoría, al contrario, es muy necesario que se publiciten las teorías de todo tipo, aceptadas por la comunidad científica o que sean investigaciones independientes (y no me refiero a alguien que investiga la ouija, eso es absurdo, me refiero a una teoría seria) porque los expertos también necesitan una divulgación a su medida, es la base de la ciencia moderna, la asociación de científicos y el compartir las teorías para ayudarse unos a otros a seguir su labor.

Hablo de divulgación científica, pero podría hablar de cualquier disciplina. Todas las que intenten acercarse al público en general deben hacer un buen uso de la divulgación y no corromper la teoría, sea porque el divulgador cree que de ese modo incorrecto se hace más fácil de entender o porque el divulgador no tiene el nivel suficiente para hablar de esa teoría. Pero siempre hace falta también una contraparte para especialistas, en la que si la exposición es clara se agradece, pero no es totalmente necesario.


Ya decía Bataille que quizás hay dos tipos de hacer filosofía muy distintos, una para especialistas y otra para todos, sin olvidar la importancia de la primera ni la dificultad de la segunda. Este pensamiento podemos aplicarlo a todas las disciplinas, por un lado está su parte para especialistas que contaría con lenguaje más complejo y argumentos más complicados, si estos aspectos fueran necesarios, y por otro lado la parte pública, con lenguaje sencillo y una claridad dominante en sus explicaciones. La dificultad reside en conseguir exponer una teoría para que sea asequible para todos sin desvirtuar su contenido. De esa parte debe ocuparse el buen divulgador.
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