viernes, 21 de noviembre de 2014

Diálogo sobre el arte

-¿Qué es arte?
-¿Qué es? Pues a la fuerza debe ser algo, y no sólo algo si no también algo producido.
-Cierto es que debe ser algo, pero no entiendo por qué debe ser algo producido.
-¿Si no ha sido producido es algo?
-A lo sumo pensamiento sin plasmar siquiera como palabras.
-Exactamente, entonces pues, debe ser algo producido. Pero no sirve cualquier tipo de producción, debe ser intencionada.
-Entonces aquello que diríamos que es natural no puede ser arte.
-Claro, pues estamos hablando de una disciplina y no de una cualidad, de modo que se debe tratar de algo que no podría producirse naturalmente.
-Pero debe haber alguna especificación más, o prácticamente todo lo que hacemos sería arte.
-Así es. El siguiente paso en esta criba es acudir a la intención con la que se hace.
-¿Por qué?
-Si produces un objeto con el fin de usarlo para otra cosa no es arte.
-Entonces sería arte sólo aquello producido con ello como propio fin.
-Exactamente.
-¿Y si vendes el arte dejaría de serlo?
-No, el dinero, reconocimiento, regalos o demás cosas que consigas es un fin añadido.
-¿Y si haces el arte para venderlo?
-Haces el arte, y lo vendes porque hay una industria de ello.
-¿Y un zapatero? Hace zapatos y los vende porque hay una industria de ello.
-Se usan zapatos por moda, necesidad, deporte, etc. Pero el arte no se usa, sólo se admira. No entra ni en la categoría de entretenimiento.
-Entonces el arte es cualquier cosa que se produzca intencionadamente y con ello mismo como fin.
-Tal como dices.
-Pero antes has dicho que era una disciplina, así que debe tener alguna regla o colocar un zapato sobre una televisión sería arte.
-Ciertamente. Hay que añadir reglas, y esas reglas salen de su propia constitución como arte.
-¿Cómo sucede?
-Primero se produce algo que cumpla lo que hemos acordado antes. No hay reglas, así que cualquier cosa podría serlo. Entonces entra la llamada belleza.
-¿Qué es la belleza?
-No es más que una palabra para obligar a los demás a obedecer un gusto.
-¿Qué gusto?
-Cuando la cosa, por sí misma y no por algún efecto, crea un cierto sentimiento de placer (o incluso podría ser de otra índole. Es discutible.) en un número considerable de personas; es decir, cuando la cosa gusta a un número considerable de personas.
-¿Y tras ese estado?
-Se crea un movimiento a su alrededor. Este movimiento produce imitaciones, estilos, alternativas, modelos, etc. Y de ese conjunto se crean técnicas. Esas técnicas son las reglas que lo convierten en una disciplina y por tanto en un arte.
-¿Entonces ya no habrá más arte que aquello derivado de la invención original?
-Lo habrá.
-¿Cómo? La técnica establecerá cuáles se consideran buenas y cuáles malas.
-La técnica, como dices, establece si esa cosa es buena o es mala en base a sus reglas deducidas del original e independientemente del gusto. En este punto ya tenemos arte, que incluye tanto al original como a las producciones consideradas buenas por la técnica. Pero se puede volver a repetir el proceso.
-¿Dices que puede producirse otro original tan distinto y extraño a las reglas de la técnica pero aún siendo arte?
-Por supuesto. Si se produce algo que cumpla aquellos principios que acordamos (producido intencionadamente con ello mismo como fin), no guarda ninguna relación con las reglas impuestas por la técnica (y digo que no guarde relación, no que estén mal aplicadas) y consigue gustar a un número considerable de personas tal que se crea una disciplina a su alrededor.
-Sólo tengo dos dudas. ¿Quién dice cuándo gusta algo lo suficiente y quién decide las reglas de la técnica que conforman la disciplina?
-Nadie decide sobre el gusto. Simplemente gusta y se empieza a crear un movimiento de producción de ejemplares tomando como punto de partida el original que acaba desembocando, mediante el gusto, en una estructuración de la disciplina y las reglas que la componen.
-¿Como una ciencia?
-Ni de cerca. Sólo se mide su funcionalidad, la realidad no tiene nada que ver a la hora de fijar las reglas. Es más como una ingeniería, da igual la realidad mientras funcione.
-Pero hay obras técnicamente correctas que no gustan y viceversa.
-En ese punto ya no importa el gusto, sólo la técnica. Se considera el gusto para crear las reglas y después se siguen sin tener en cuenta el gusto.
-Entonces, la disciplina, una vez estructurada, si es parecida a una ciencia.
-Tampoco, pues se crean obras siguiendo estrictas normas pero no son ellas mismas el contenido. Es decir, que no se usan esas reglas para producir reglas, se usan para producir otra cosa. Las reglas se usan como un molde en el arte y como base en la ciencia. Y el producto en la ciencia son reglas, pero no en el arte, pues ya están establecidas.
-Pero para producir las reglas de la disciplina , la técnica, no se usa ni la funcionalidad (como se hace para la disciplina en sí) ni unas reglas ya fijadas (como para los productos de la técnica).
-Así es, se usan reglas lógicas básicas tales como la deducción para llegar a otras más específicas que constituirán la técnica. Es en este punto donde se encuentra su único parecido con la ciencia.
-De acuerdo. Ahora queda saber quién decide esas reglas. Imagino que debe ser una clase de científico que, usando los principios básicos de la razón, investigue todas las muestras y logre crear una estructura de reglas que las comprenda a todas.
-Así es. Pero dejemos de llamarlos científicos, pues sólo se llama comúnmente así a los investigadores de las ciencias más matemáticas, las llamadas "ciencias duras" que es a lo que se suele referir actualmente con "ciencia". Son pues, investigadores. Trasladando la labor de investigación al lenguaje actual podemos afirmar quiénes se encargan de decidir las reglas de la técnica de una disciplina artística. Los historiadores, en este caso, historiadores del arte.
-Entonces se produce algo intencionalmente con ello mismo como su fin, ello crea el gusto por ello mismo, el gusto crea un movimiento, ese movimiento crea subproductos del producto original, los subproductos crean historiadores, los historiadores crean unas reglas, esas reglas crean una técnica, la técnica crea una disciplina, la disciplina constituye finalmente al producto como arte y posteriormente también a los subproductos que mejor se adapten a las reglas de la técnica.

-Así es. En el arte sólo hay gusto y técnica.

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